EL ESPEJO
Yo, de niño, temía que el espejo
me motrara otra cara o una ciega
máscara impersonal que ocultaria
algo sin duda atroz. Temí asi mismo
que el silencioso tiempo del espejo
se desviara del curso cotidiano
de las horas del hombre y hospedara
en su vago confín imaginario
seres y formas y colores nuevos
(a nadie se lo dije; el niño es tímido).
Yo temo ahora que el espejo encierre
el verdadero rostro de mi alma,
lastimada de sombras y culpas,
el que Dios ve y acaso ven los hombres.
Jose Luís Borges
Yo, de niño, temía que el espejo
me motrara otra cara o una ciega
máscara impersonal que ocultaria
algo sin duda atroz. Temí asi mismo
que el silencioso tiempo del espejo
se desviara del curso cotidiano
de las horas del hombre y hospedara
en su vago confín imaginario
seres y formas y colores nuevos
(a nadie se lo dije; el niño es tímido).
Yo temo ahora que el espejo encierre
el verdadero rostro de mi alma,
lastimada de sombras y culpas,
el que Dios ve y acaso ven los hombres.
Jose Luís Borges
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