Al mirar el largo caudal de mi inexplicable sobervia, no encuentro ni dos trozos de cordura, para ahogar en llanto, la impotencia... Es indescriptible la vanidad y facilidad con la que la gente continua o arremete como el viento a las hojas con fuerza y entereza. Pero sin nublar, mi visión holistica de un cambio ajeno...
No creo en la finalidad, mucho menos en el encuentro, no creo en la sobervia, mucho menos en la melancolia de un silencio, solo creo lo que vivo, y lo que vivo creo, aunque creo que vivo no lograre crear mucho silencio, solo dos trozos de mentira, ciertas ineptitudes y ciertas falsas expectativas, mientras exista melancolia, seguira existiendo el deseo...
Deseo de desabrochar una blusa, o reir en un encuentro, deseo de dormir sin despertar del infierno. Deseo de despertar del ensueño, deseo de dormir del que vive, despierto...
Sera acaso que entre la línea de la falta de sueño y de la verdad, encuentro más accion que cuando me propongo la realidad...
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